La piña es una fruta increíblemente deliciosa, que tiene un sabor único y particular además de un rico e icónico aroma. Una receta de mermelada de piña te permitirá absorber todos los beneficios nutricionales de la fruta para nuestro organismo.
Contiene fibra, manganeso, cobre, vitamina C y bromelina, que es una sustancia de acción diurética útil en la digestión y metabolización de los alimentos y también es desintoxicante, antiácido e incluso ha mostrado un efecto anti-cancerígeno. Además, contiene en pequeñas cantidades complejo B, zinc, calcio, vitamina A y beta-caroteno.
Es una fruta muy baja en calorías, libre de colesterol, grasa y totalmente libre de sodio. Un dato curioso es que los indígenas brasileños la llamaron ananás, lo que significa fruta excelente. El nombre ‘’piña’’ fue impuesto por su parecido a los conos de los pinos.
Ingredientes
- 1 piña de tamaño medio o grande madura natural.
- 1 taza de azúcar grande. Depende de lo dulce que la quieras, pero el mínimo es 1 parte de azúcar cada 2 de piña hasta la opción más dulce de 50% azúcar y 50% piña.
¿Cómo preparar la mermelada de piña?
En tres simples pasos:
- Pica la pulpa de la fruta en pequeños cubos y viértelos en un bowl.
- Añade el azúcar sobre la piña, intégrala, tapa el bowl y refrigerar por unas 8 horas.
- Después de este periodo de tiempo, verter esta preparación en una cazuela y cocinar a fuego medio, removiendo constantemente, hasta que tenga la consistencia deseada. Al llegar a este punto, retirar del fuego ¡y lista!
Consejos para su consumo y envase
- Podrías requerir un poco de agua si notaras que su consistencia es demasiado espesa.
- Para conservarla, guárdala en botes de vidrio esterilizados y tapados, y de querer conservarla hasta por 1 año, hierve los botes de mermelada en agua durante 40-45 minutos.
- Unta tu mermelada de piña en panes, bollos, tartas o galletitas dulces y atrévete a utilizarla en recetas agridulces con carnes como el cerdo o pollo.