Si te gusta comer sano y dulce, la mermelada de albaricoque casera es la opción ideal, ya que te permite escoger ingredientes naturales y evitar tanto aditivos como conservantes artificiales, además te diviertes en el proceso.
El albaricoque o damasco trae consigo numerosos beneficios a la salud, debido a que, es una fuente de vitamina A, B9, B3, C y E que actúa como antioxidante, previene el envejecimiento, promueve la diferenciación celular y la circulación.
La mermelada de damasco o albaricoque es una rica receta que pondrá alerta a tus papilas gustativas con una explosión de sabor.
Ingredientes
- 1 kg de albaricoque (también llamado damasco en otros países)
- 500 gr de azúcar
- Zumo de 1 limón
¿Cómo preparar la mermelada de albaricoque?
- Paso 1: Lava y pela los albaricoques, pícalos a la mitad y retira el hueso.
- Paso 2: Agrégalos junto con el azúcar y zumo de limón en una cacerola y déjalos reposar por 1 hora, así se maceran.
- Paso 3: Lleva a fuego medio para que se cocinen durante 35 – 40 minutos. Es importante que remuevas constantemente para que la cocción sea uniforme y no se pegue ni se queme.
- Paso 4: Cuando obtenga la textura y consistencia que desees, retira del fuego y deja reposar unos minutos antes de envasarla.
¿Cómo envasar mi mermelada?
Todas las mermeladas deben ser envasadas en frascos de cristal esterilizados para evitar contaminaciones. Es muy sencillo hacerlo y te garantiza que tu mermelada se almacene en perfecto estado.
El proceso de esterilización consta en poner los tarros en una olla con una cantidad suficiente de agua de tal manera que rebase los frascos y llevar a fuego para que hierva aproximadamente 20 minutos.
Y sí quieres que tu mermelada de albaricoque pueda conservarse por varios meses, te tenemos un consejo:
- Agrega la mermelada a los tarros de vidrio dejando 1 cm de espacio con la tapa, coloca los tarros en una olla con agua a hervir durante 15 minutos y luego déjalos secar volteados, con la tapa hacia abajo por 24 horas.
Puedes acompañar tu mermelada con lo que desees, galletas, tostadas y queso o requeson es lo más común.
Vamos, anímate a preparar la rica mermelada de albaricoque, una vez que la hayas probado no querrás dejar de comerla.
